Hay una creencia silenciosa, instalada en el corazón de muchos padres, que dice:
“Si quiero ser un buen papá o una buena mamá, tengo que olvidarme de mí.”
Y es tan sutil, que ni siquiera la cuestionamos.
La vemos en frases como “primero los hijos”, “ya tendré tiempo después”, o “esto lo hago por ellos”.
La sentimos cuando vamos acumulando cansancio, postergando sueños, tolerando relaciones rotas, aguantando trabajos que nos drenan… porque toca.
Y claro, amar implica dar. Pero, ¿dar hasta desaparecer?
Nosotros creemos que no.
Porque el verdadero regalo que le puedes dar a tus hijos… es verte feliz.
Hace unos años, nuestra vida como familia parecía muy “normal”: trabajo estable, colegio, horarios, afán, almuerzos rápidos, domingos con ansiedad y esa sensación de estar sobreviviendo, no viviendo.
Nos habíamos convertido en expertos en sostener la rutina.
Pero algo dentro de nosotros estaba roto.
Y lo peor es que lo veíamos como normal. Como madurez. Como responsabilidad.
Hasta que nos preguntamos…
¿Y si nuestros hijos crecen y repiten exactamente esta vida, porque fue lo que vieron?
Fue ahí donde todo cambió.
No teníamos todas las respuestas, pero sabíamos esto: si queríamos que nuestros hijos fueran libres, primero nosotros teníamos que serlo.
Educamos a nuestros hijos fuera del sistema, trabajamos de forma remota, y aprendimos a vivir más livianos, más presentes, más conectados.
Y no. No es una historia perfecta.
Es una historia que requirió valientia.
Porque para criar hijos felices, no necesitas sacrificar tu vida.
Necesitas honrarla.
Necesitas mirarte al espejo y preguntarte:
¿Estoy viviendo desde el amor o desde el deber?
¿Estoy siendo ejemplo de alegría o solo de esfuerzo?
Porque tus hijos no aprenden solo de lo que les dices.
Aprenden de cómo te ven vivir.
Si hoy sentís que estás apagado, cansado o simplemente sobreviviendo, no es tarde para cambiar el rumbo.
Por eso existe Familias que Vuelan: para acompañar a padres como vos, que quieren apagar el piloto automático y construir una vida más consciente y auténtica.
Te invitamos a conocer nuestro libro, nuestras asesorías virtuales o nuestro método CHAOPILOT.
También puedes conocer más de nuestra historia aquí.
Porque cuando un padre se transforma, transforma a toda la familia.
¿Te sentiste identificado con esto?
Déjanos un comentario abajo contándonos qué cambios estás necesitando como papá o mamá.
Y si este mensaje te tocó, compartilo. Puede ser justo lo que alguien más necesitaba leer.